viernes, 7 de julio de 2017

Nuevas crónicas, número 2

Nuevas crónicas, numero 2
Ya lo dije varias veces: no soy, ni ahí, un pro yanqui. Pero ver lo sensacional y perfecto de un parque como Magic Kindom de Disney, es emocionarse.
Podrán muchos criticar los estilos o las políticas, pero esto es otra cosa: todo es sorprendente. Y mirá que soy, como buen argentino, un criticón hecho y derecho. Insoportable puedo ser. Pero esto te deja mudo.
El día empezó re temprano, cosa de aprovechar al máximo. Contar las atracciones es medio al cuete, podes buscarlas y vas a ver muchos mejores análisis. Lo que yo me llené fueron los ojos: el grado de recreación de cuanto lugar se propongan es perfecto.
Me imagino una reunión de directorio de Disney. Un chabón, ponele Mr Brown ponele, se para y dice: "Tengo LA idea...una calle donde cada casa sea diferente, recreando determinada época de la historia americana. Pero igual igual. Y un tren que recorre todo. Y una montaña...¡fabriquemos una montaña! Aca no hay! Uy dentro de la montaña cuevas de verdad, y una ciudad del futuro...ah, y que no se vea ni un solo cable....por ende, Todo Todo, en subsuelos...Todo es toda una ciudad escondida que andá a saber como será laburar ahí! Ah y que para llegar primero en auto, despues tomen coches tipo trencitos, luego un ¡barco! y ahí si...¡un castillo!
Y ese tipo se sentó y todos dijeron: es una locura, ¡pero hagámoslo!
Todos los juegos tienen tremenda cola. Si! Salvo alguno que otro, desde que decís "vamos a este" hasta que arranca, muchas veces son mínimo de 25 a 35 minutos de "espera". Y lo digo así, entre comillas, porque no es como la embolante cola del banco. Es una cola que avanza y ya dentro del lugar avanzás por pasillos hermosos, ya recreados sobre el tema. Entonces es cola, pero no parece. Y después te subís a un carrito y haces esa mágica historia como por ejemplo Peter Pan.
Cada recorrido no dura más de ¿5? ¿10? Minutos... Parece poco, pero el nivel de animatronics, de escenografía, de alucinación que produce es impecable.
A la salida de cada uno de ellos, te venden todo. TODO. Y si no sos ni un ratón como yo o tenés hijos del tipo "comprame, comprame, comprame" se te va la vida.
Una remerita linda, si, pero hiper finita y muy especifica de Stich o Piratas del Caribe, o Buzz Lightyear no baja de 30 o 35 dólares. Y recuerdos, hay de fortuna...
Y en cada juego salis con ganas de llevarte sombreros, protectores de celu o ventiladores personales...pero está bueno, en un calentón como yo, traer poca plata...
Varias personas me cruzaban en esas calles y me saludaban por el día del padre...sorpresivo...
Pildoritas:
Hay construcciones que están en obra, y están Forradas con telas plásticas que están estampadas con la exacta imagen de como quedará. No entiendo como.
Los puestos de comida se especializan en comida bastante chatarra ¡pero huele a delicias! Hay muchísimos obesos. Pero gordos mal. Mal. Agrego esto a aquello que ayer puse sobre la visita al super. En el hotel, y para cenar ahora, comeremos cosas calentables en micro ondas. No tenemos otra chance. No vamos a ir a comprar ingredientes para cocinar porque ni cocina hay. Entonces bajo en grasas, o sin colesterol o sin sal, más difícil que lo que se te ocurra.
Hay muchas montañas rusas, pero no puedo negar mi cuiqui. A varias hubiese subido, pero un cartel que insinuaba que si tenías problemas de salud o problemas con la tensión sanguinea, mas vale que no te arriesgues: no es buena imagen para el parque...hasta llegué a imaginar "turista argentino con inconvenientes (por no decir muere del susto) en caida libre de balsa de Splash Mountain...o sea que no les di el gusto...Nico y Delia eran dos púberes yendo una y otra vez.
Pero estoy bien, cansado pero bien.
Obvio aue quedan muchas cosas por contar y a medida que vaya recordando, acá estaré.
Mañana Epcot.
Mil gracias por estar. Pero no se vayan que ahora viene lo mejor.





















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