miércoles, 2 de agosto de 2017

Nuevas crónicas, número 22

Nuevas crónicas, número 22
No, no, no... No es una crónica...es un recuerdo.
O dos.
La preparación para un viaje de vacaciones cuando era chico, era mágica.
Recuerdo varios. No éramos Los Campanelli. No sé si todos mis lectores conocen a esta familia de la tele. Googleenló...
Ellos llevaban de todo. Nosotros no. Mi papá detestaba eso de cargar y cargar el auto. Él, una vez que se levantaba, bien temprano, eso si, ya quería salir. Nada de termo, ni galletitas ni almohada o frazadita.
Solamente, en la sobremesa del día anterior, mientras mamá lavaba los platos, despegábamos ese mapa rutero gigante. Aquél que nunca podías doblar de la misma manera que estaba al principio.
Él, mi papá, tenía muy buena memoria. Hacíamos,el recorrido con el dedo y memorizaba los puntos fundamentales. Y listo.
¿Vamos?
Y todos arriba del auto.
Uno de los viajes más importantes fue desde Bs As hasta Merlo, en San Luis. En vacaciones de invierno, junto a dos familias amigas, cada uno en su auto.
Recuerdo yo, por mi pasión por los mapas ruteros, abrirlo dentro del auto y al instante el grito: ¡Cerrá eso que me tapás el espejito y puedo chocar!
Acordate (o enterate) que antes solo los autos "tuneados" tenían espejito lateral.
Aquel viaje mientras en cada parada técnica uno de sus amigos, Domingo Bruno, se ufanaba de -fánatico de la previsión obsesiva- tener repuesto de casi todo, por lo que pudiera pasar, mi papá confesaba que solamente llevaba un recambio del sapito lavaparabrisas....A su amigo no se le rompió nada en aquel periplo...¡y a papá justo el sapito lavaparabrisas!
Me fui de tema, perdón...el tema era los mapas.
Muchos años después, hice con mi familia completa, (Delia y los tres hijos) otra maratónica aventura: desde bariloche hasta Mendoza.
Además de cargar el auto a mil la noche anterior, cosa de no hacer ruido a las 5 de la mañana, salimos. Los chicos durmieron apelotonados largo rato en el asiento de atrás.
Llevamos mapa papel también...pero aquel verano terminábamos de completar una colección de Diario Clarín: Argentina Pueblo a Pueblo ¡25 tomos! Una investigación tan genial como absurda. Todos todos los pueblos, pueblitos, parajes, ciudades, capitales con su historia, curiosidades, lugares históricos.
El viaje, por ende, tenía ese entretenimiento: lugar por el que estábamos por llegar, leíamos la reseña...
Hoy no hay mapas papel, no hay enciclopedias, no hay distancias tan largas con riesgo de quedarte sin nafta...
Celular en mano tenés GPS, cálculos de consumo en el auto, estado de las rutas y si querés, en google todas las referencias del pueblo que pasamos...
Cambia, todo cambia, decía la Negra Sosa....
No se vayan...ahora viene lo mejor...

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