miércoles, 23 de agosto de 2017

Nuevas crónicas, número 38

Nuevas crónicas, número 38
Y ya se viene Halloween (...)
Y si, así como ya mostré un par de negocios donde "Todo el año es Navidad" y se la pasan vendiendo bolas, guirnaldas y cuanta chuchería invoque al gordo vestido de rojo, así igual, cual si fuera su archienemigo, encontré un local donde "Todo el año es Noche de Brujas"
Es increíble. Pero es así.
Las fuerzas del mal también tienen su franquicia. El Demonio está aggiornado a los tiempos que corren. Y esta extraña devoción a la muerte y todo eso, tiene su lado comercial con tutti en estas zonas.
A ver...para aquellos que ya empiezan a decirme que solo se trata de un negocio de disfraces, les digo que si, que ya sé, que es obvio.
¿Pero todo el año Haloween? Y bueh! Bussiness are bussiness....
Lo que si impacta es la tremenda variedad y calidad de esas cosas. Los huesos de los esqueletos y las placas de marmol de las tumbas son de telgopor (o espuma plast para mis lectores uruguayos) ¡pero tan bien hechos que hasta que no los levantás no te das cuenta!
Lo que mas me sorprende -nunca estuve en Haloween acá- es que pueda haber tanta industria, tanta venta como para semejantes aparatos que se vinculen al tema. Mirá las fotos y decime si te gastarías tanta guita para una fiesta anual...
Como acá estoy en plan "sorprendeme" salgo satisfecho.
Tan sorprendido como un pollo azul. O huevos rojos ( y no de rascarmelos, antes que algún ordinario aporte su creatividad)
Es un Súper Coreano y asiático en general. Todas los productos, menos algunas uvas y bananas, son del Oriente en todas sus posibilidades. Y ya sabía yo del famoso Perro Verde, programa de TV de los 80, pero pollo azul....nunca.
Aprovechamos para pasar por Sanbruno (yo tenía un compañero de colegio Luis Zambruno... Nada que ver) y allí hay un shopping muy grande, con cines (me llama la atención que se les diga teatros...) y las mismas grandes marcas de siempre.
Y uno está habituado a las ofertas o promociones. Pero nunca de tanto porcentajes.
Hace un mes estuvimos allí mismo. No tenía malos precios. Ayer había hasta un 70% de descuento en la mitad de las cosas. La mayoría un 50%.
Pero encima enganchamos el último día -de tres- con un 15% extra en muchos artículos. Un pantalón de 50 dólares costó 16.
Ok...54 dólares un lompa no es barato. Tampoco era real real ese precio. Ya que con los "descuentos" en seguida te lo baja de aquel hipotético precio original.
Pero, como decía, en plan de sorprenderme, me sorprende que bien manejan esa estrategia de persuadirte para que te compres todo.
Pero como era el tercer día -de tres, te dije- las cosas que quedaban ya no era gran cosa. Tampoco, te conté al principio de mis crónicas- vinimos más con ganas de gastar en conocer que en cambiar el guardarropa. Lamentablemente no daba para las dos cosas.
Bueno, breve crónica la de hoy...pero si breve dos veces buenas, dice el refrán.
Hoy me agarrás con mi "bioritmo" (si es que eso existe) medio caído. La melancolía -si tenés hijos me entenderás- me empieza a invadir. Son muchos los sentimientos de convivir con uno de ellos, tan lejos de nuestra casa. De verlo bien, de reír, de pasarla genial -encima tiene siempre un humor sensacional- y eso pesa. En breve nos volvemos. Gracias a Dios tenemos otros hijos más cerca, pero aquello de la parábola del hijo pródigo es cierto. Uno se resiente por lo que le falta y pareciera que desvaloriza lo que posee a mano...
Uy! Que bajón me puse...perdón...trataré de enmendar esta tragedia...
Los quiero. Gracias por estar.
Pondre lo mejor para que no se vayan, para que lo que venga, sea lo mejor...
Comenteeeeeeeen!













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