miércoles, 2 de agosto de 2017

Nuevas crónicas, número 24

Nuevas crónicas, número 24
Imaginate algo grande.
Ahora, más grande.
Y un poco más.
Bueno, así es como te impacta Las Vegas apenas llegás.
Quizás influye mucho los kilómetros de nada que lo separan del resto del planeta.
El año pasado yo ya había estado. Vinimos en avión y fue un paso relámpago. Demasiado rápido y sin tiempo para ver varias cosas. Esta vez queríamos venir con nuestro hijo, y en auto.
Con la experiencia de haber vivido en la Patagonia tantos años, unos 25, cuando me decían que para llegar a Las Vegas hay que cruzar el desierto, inocentemente me imaginé una ruta de dos carrriles, uno de ida y otro de vuelta. Si, pensé que podría haber algo de tránsito, y no mucho más. Ah! Y algo de calor, también.
A ver si me explico: ¡Nada que ver! Ruta de tres carriles de ida y tres carriles de vuelta...dos para autos y uno para camiones. ¿Tránsito!? Muchísimo. Permanente.
Y calor. Mucho calor...llegó a 114 grados farenheit. ( cerca de 41 de los nuestros)
Y después - en mi caso, ya que veníamos de San Francisco- unas 10 horas de viaje apreciando puro horizonte donde el cielo toca el suelo, Las Vegas.
Ya lo dije en su momento, y quisiese ser bien interpretado: "Las Vegas es grasa"
Pero, a mi juicio, en más o en menos, todos tenemos un alguito de grasulín, o de mersa, como se supo definir en el siglo pasado.
Nadie va a reconocerlo, pero algo que ocultamos, es medio ordinario. No pretendo que lo confiesen, pero piensenló. Y este lugar es como aquella campera de cuero con un tigre bordado en la espalda que se compró Rocky apenas cobró unos pesos por pelear con Apollo Creed.
Y para mi debe ser esa la clave. Es una ciudad chirimbolesca, absurda, fanfarrona y hasta pedante. Pero está tan bien hecha que con eso disimula todo.
No creo que pasase una prueba de lógica. ¡Es absolutamente ilógica!
¡Pero es un negocio descomunal!
Y te decía lo de algo grande porque los hoteles son gigantescos. Predios descomunales donde, en gesto como de soberbia, te encaran de frente y te dicen en la cara: "Lo tengo bien grande (el terreno) y tan grande que además de ponerte chiquicientas tragamonedas y tres mil habitaciones, te hago una cascada de 110 pisos, con plantas traídas de lejos y otras de plástico. ¿y qué?
Y contrato a Circ du Soleil para que haga no un show, sino tres. Distintos.
Y a Celine Dion le digo que se quede a vivir acá. Y que me cante todos los días. Y a Copperfield también, y te hago una pirámide, un hotel con Venecia adentro y una Torre Eiffel exacta, a la mitad de tamaño de la verdadera.
Y esas cosas, impactan. Guste o no, impactan. Es inevitable. Como el tigre de Rocky...¡pero que buena campera!
Llegamos y fuimos a paliar los 42 grados a la pileta. En este hotel no es gran cosa, pero charlando con un bañero, luego de mi consabido: "Mai inglish is bad" nos decía que podríamos meternos en cualquier otra piscina de otros varios hoteles, de la misma cadena...y ahí ves que debe haber un par de dueños de todo esto, como mucho, tres.
Después de refrescarnos, empezamos a recorrer. Muy cerca tenemos al Cesar Palace, al Mirage y al Venetian. Acá ves in situ lo del tamaño. Cada hotel tiene como 3000 habitaciones...pensá lo que te dije...3000 habitaciones dobles o triples, cada hotel. Veinte pisos o más. Shoppings inmensos donde cada local es inmenso. Piscinas. Spa. Y algún tema como para diferenciarse del otro.
Venetian ES Venecia. Con río propio, interno, con techos que parecen cielos, plaza central, góndolas y gondoleros que te cantan "O sole mío" mientras le pedís que se case con vos a la señorita que te acompaña...No podés negar que algo de romántico tiene. Y de cursilería también. 30 dólares por persona el paseo.
La plata corre a raudales por donde mires. Las tragamonedas se hacen una panzada. Las mesas de poker, de Black Jack, de "Roulette"... Sin embargo "habemus muchis" que apenas ponemos un dólar en la ranura y sólo para la foto. Podés venir con poco. No tenés obligación de gastar. Ni de alquilarte un Lamborghini por 400 dólares las 4 horas, con el objetivo de levantar algo por la Strip, la calle principal.
Hablando de mujeres: Acá debe ser el primer lugar de este viaje donde vi chicas realmente lindas caminando por la calle. Arregladas, o con ropa un poco más de moda, como por nuestros pagos. No quiero creer que sea por el dinero que se huele...pero no sé....
Cuando te iba mal en las mesas de apuestas antes te levantabas e ibas a la barra a llorar tus penas con el barman...ayer descubrí que ya ni eso te dejan: ¡hasta las barras tienen sus maquinitas! Nada de charla, poniendo estaba la ganza.
Por eso, igual que en Disney, si venis con poca plata, mejor. No tendrán la oportunidad de tentarte, y disfrutás otras tantas cosas lindas que tiene Las Vegas.
Antes de irnos a dormir, ya que veníamos levantados desde las 4 y media de la matina, el show central del Famoso Bellagio, su lago con las aguas danzantes, era lo obligado. Al ritmo de "De buen humor" de la Glen Miller Band, íbamos cerrando esta primera jornada. Muy lindo todo, impactante también. Un par de cuadras a puro led (antes era neón o argón lo que iluminaba la noche) como promesa de mucho más.
Por eso te digo: escriban, pregunten, comenten y compartan...ahora viene lo mejor.

























No hay comentarios.:

Publicar un comentario